¿Porqué no nos gusta cumplir años? podemos verlo como simplemente que no queremos envejecer, pero no creo que sea sólo eso. Desde los 19 años no me hace ninguna gracia mi cumpleaños, y no creo que me sintiera vieja ni mucho menos, es más una sensación de nostalgia, de saber que nunca más tendrás 15 años, ni 17... lo que podías haber hecho con esa edad y no hiciste... algunas de esas cosas podrás hacerlas en el futuro, otras no. Además son unos años en los que el resto de tu vida se verá condicionada para siempre a las decisiones que tomes.
Mis amigos me preguntan porqué lloro cuando se acerca mi cumpleaños, supongo que cada año lloro un poco para compensar... ya que en mi entierro no podré llorar por mi, lo hago cada año que me resta hasta entonces... es una forma de verlo, ¿no?. Fuera de bromas, un cumpleaños realmente es el entierro e inaguración de una etapa de 365 días de tu vida, por ello se merece una reflexión e incluso un buen llanto y, a la vez, ¡una buena fiesta!. De hecho a mí me suceden las sensaciones ese día de un modo arbitrario, tanto que normalmente me río con lágrimas en las mejillas!
Y no siempre que se llora es por tristeza o por estar arrepentido de no haber hecho cosas en su momento, se llora también por miedo a perder las cosas y a las personas que hoy tienes, por recordar los buenos momentos que has pasado y que quisieras que nunca hubieran acabado, e incluso por la emoción de ver que la gente que te quiere está a tu lado...
Incluso cuando lloras por tristeza, confusión o impotencia, esas lágrimas no son siempre algo negativo, sobre todo porque te ayudan a interiorizarte y a pararte a pensar en tí misma, en cómo va tu vida, en porqué estás así: escondiendo tus lágrimas. Es entonces cuando te repones y buscas una salida. Y si no eres capaz tú sola buscas a quienes te pueden ayudar, esos que siempre están ahí de un modo u otro.