¡La Libertad!

Este blog está creado para los libres pensamientos, sin prejuicios, sin qué dirán... Pretendo sacar las reflexiones más internas de cada uno, no necesita una literatura perfecta, sólo verdades sobre sentimientos y pensamientos que nos rondan la cabeza y no vemos el momento ni el lugar para expresarlos. Un pequeño homenaje para los que amamos la libertad y para todos los que han luchado para que nosotros la disfrutemos.

lunes, 13 de agosto de 2007

Pide un deseo

Hoy ha amanecido por ti, sólo por ti. Hoy va a ser tu día, lo presiento.

Pide un deseo, hoy todo se te concederá.

No tengas miedo a pedir lo que más deseas, se te cumplirá.

Tampoco tengas miedo a que ese deseo se cumpla, es lo que llevas buscando toda la vida.

Soñabas con esta oportunidad que hoy se te brinda... ¡aprovéchala!

Déjate de tonterías, a veces no te entiendo... ¿por qué martirizarte de esta forma? si está ahi delante y ni siquiera lo distingues, las lágrimas no te dejan ver más allá de tus prejuicios.

No quieres sentir por miedo a dejar de sentir. No quieres vivir por miedo a morir.

Ánimo, ¡hoy no tengas miedo! hoy es tu día... ¿recuerdas? Despierta de ese mal sueño que te ha endurecido la armadura que llevas. Ablándala con lágrimas si hace falta, no serán más de las que derramarás si no logras quitarte esas barreras, esas defensas.

Sé que tienes heridas profundas, pero todos tenemos las nuestras, algunos tenemos heridas mucho más graves, casi letales... aún así nos levantamos, como tú has hecho, pero sin perder la esperanza ni la ilusión.

Es necesario sufrir para aprender a valorar lo que realmente merece la pena.

Sé que necesitas más seguridad, sé que deseas volver a unos años atrás donde te las jugabas todas a una, sin mirar el golpe que te darías después. Tu cuerpo lo resistía todo, ahora está dañado y cansado. Sin embargo te queda ilusión, tapada por algunas capas de acero... pero está ahí, a veces te asoma por la sonrisa, por la mirada.

Sé que necesitas un abrazo, un abrazo sincero. Yo te lo daré, estaré abrazado a ti todo el tiempo que haga falta, con la intensidad justa.

¡Vamos! ¡no seas cobarde! ¡¡pide lo que quieras!!

Hoy te veo distinta, sé que hoy es tu día... por eso: ¡pide un deseo!

miércoles, 8 de agosto de 2007

Sumérgete

Comenzamos el viaje apurando los minutos para no olvidar lo importante. Metiendo en nuestras maletas lo más necesario, nos miramos por última vez a los ojos antes de partir. No es una despedida, el viaje lo haremos juntos. Tú pondrás tu mano en mi rodilla para asegurarte de que así es. Yo te acariciaré el pelo para calmar mis ganas de ti.

Y así, lo que pudo ser una espera aburrida y sin otro sentido que el llegar al destino acordado se convierte en un momento íntimo donde nuestros labios dejan de hablar y nuestra mente no para de imaginar.
Llegado al destino sumérgete en mi piel. Yo lo intentaré sin preguntar.
Ves la calma del mar, escuchas atentamente el ruido de las olas al romper... El fondo está lleno de colores nunca vistos esperando ser descubiertos. El mar se agita al anochecer. Es cuando cobra su vitalidad, su energía. Ahora te sientes vivo, más que nunca.

Pasado el oleaje, y cuando todo regresa a la calma, sólo queda el recuerdo y la tranquilidad de lo vivido.

Un suspiro se nos escapa que nos delata.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Aprendiendo a caminar


El destino, la casualidad, las circunstancias (o llamémoslo como queramos) nos ponen en nuestro camino a personas que acaban siendo parte de nuestras vidas, que nos influyen positiva o negativamente, e incluso ambas a la vez.
El problema empieza cuando al compartir parte de tu vida con alguna de esas personas, y sientas la amenaza de no seguir la relación; empieces a creer que es la única persona de tu camino, que no habrá otro más, que lo que has vivido con esa persona es lo menos malo que podrías vivir, aunque eso signifique más momentos de tristeza y soledad en compañía. Es el miedo a afrontar la vida sin tener a nadie que decida por ti o que te apoye. Sin embargo es la manera más efectiva de madurar, de forjar tu personalidad, de aprender lo que necesitas de las demás personas.

Hay que reunir todas las fuerzas que te queden por muy arrinconadas y escondidas que estén. Por mucho que tu autoestima haya bajado a causa de los malos modos de tu pareja, o porque tú mismo pensaras que eras demasiado poco para la otra persona... por mucho que esto ocurra siempre quedan fuerzas, algo de orgullo y dignidad. Y entonces, con todos estos ingredientes reunidos y echando mano de la reflexión (y no me refiero a reflexión destructiva que te lleva a la melancolía crónica) te haces capaz. Capaz en todos los sentidos. Capaz de construir tu personalidad en algunos casos bombardeada y desolada por la actuación de esos terceros en nuestras vidas. Capaz de entender nuestras desgracias o simplemente "mala suerte" sin caer en las artimañas que la infelicidad posee. Es entonces cuando nos levantamos, aceptamos quiénes somos y quiénes queremos ser. Forjamos un nuevo camino y sin más nos echamos a andar, primero a pasito corto... que luego se convertirá en un paseo altanero y decidido.
Ánimo.